Gómez Bernal, David J.Wellman Vanegas, LauraBautista Moreno, Jhon Alexander2019-06-062019-06-062017http://hdl.handle.net/11396/3617Bogotá desde su concepción en 1538 ha crecido de manera paulatina por toda la sabana. La morfología de la ciudad en donde su retícula ha procurado ser ortogonal debido a las leyes españolas impuestas desde su creación, se ha visto afectada por una serie de factores sociales, topográficos e hidrográficos. Su localización fue estratégicamente pensada ya que su asentamiento fue en la planicie de la sabana junto a los cerros que abastecían además de un clima y control visual propicios de dos fuentes de agua importantes como lo son los Río San Agustín y San Francisco. La explosión demográfica que se dio básicamente en la segunda mitad el siglo XX obligó a la ciudad a expandirse hacia el norte, el sur y el occidente, consolidando y ampliando caminos existentes conocidas como vías regionales que conectaban a Bogotá con el resto del país, y también creando nuevas vías para conectar la ciudad. Aunque la retícula se trata de mantener entre calles (oriente-occidente) y carreras (norte-sur) en la malla vial se forma una característica forma de herradura debido a los pasos que conectan la ciudad con el norte, sur y occidente. Debido a migración masiva a la capital la necesidad de vivienda se volvió imperiosa y así mismo la ciudad comenzó a crecer hacia las periferias hasta llegar a sus límites hídricos que como consecuencia sufrieron deformaciones debido a diferentes factores. Estas fuentes hídricas se han visto afectadas por la contaminación de sus aguas que desde la concepción de la ciudad han sido usadas como acueductos, o también han sido canalizadas o en muchos casos secados y rellenados para un nuevo uso de suelo. Llevando a la perdida de áreas paulatina, algunos hasta llegar a su secamiento parcial o total. A lo largo de la historia bogotana se han presentados varios ejemplos de potrerización de ríos, riachuelos, humedales, cuencas o lagos para la construcción de barrios o vías que conecten estos mismos. El caso más reciente es la Avenida Longitudinal del Occidente (ALO) que bien conectara en una línea directa todo el occidente de Bogotá que en las últimas décadas se ha desarrollado hasta el punto de colindar con el río Bogotá, esto con el propósito de acortar tiempo y mejorar la movilidad de la ciudad y convertirse en una arteria vial para la capital; esta se llevara desde el municipio de Soacha (sur-occidente) pasando por la conejera y la zona rural de Bogotá (nor-occidente) hasta llegar al municipio de Chía (nor-oriente). Esta avenida promete mejorar los tiempos del viajero y además proporcionarle a la ciudad espacio público a cambio de sacrificar parte del área de tres humedales que son el humedal capellanía, el humedal juan amarillo y el humedal la conejera que aun conforman la estructura ambiental. Partiendo de la premisa que el trazo de la avenida longitudinal de occidente ya existe como vacío dentro de la malla urbana en el occidente de Bogotá, se propone sobre dicho trazo una vía rápida de cuatro carriles rápidos y una secundaria de dos carriles lentos que se integran a la vía rápida y al trazado urbano, también se propone una line de metro subterráneo en donde tenemos dos intersecciones con dos troncales principales como lo son la AV. 80 y Dorado a modo de estación multimodal, integrándose con las troncales de Transmilenio, y unas estaciones tipo distribuidas a lo largo del trazado de la ALO. Se desarrollaron unos bordes a lo largo del trazado, según la tipología del sector en donde encontramos vivienda horizontal y en altura, equipamientos e industria. El desarrollo de la avenida ALO se da de la manera más ininterrumpida posible mediante deprimidos, glorietas elevadas y vambios de nivel. A medida que se dio el desarrollo del proyecto, se identificaron tres puntos específicos donde se localizan los humedales, y para el desarrollo de la vía y la menor intervención en los humedales, se desarrollaron unos puentes según las especificaciones estructurales requeridas por la distancia libre que necesita cada humedal.Bogotá since its conception in 1538 has grown gradually throughout the savannah. The morphology of the city where its reticle has tried to be orthogonal due to the Spanish laws imposed since its creation, has been affected by a series of social, topographical hydrographic factors. Its location was strategically thought because its settlement was in the plain of the savannah next to the hills that provided besides a favorable climate and visual control of two important water sources such as the San Agustín and San Francisco Rivers. The demographic explosion that occurred basically in the second half of the 20th century forced the city to expand towards the north, the south and the west, consolidating and expanding existing roads known as regional roads that connected Bogotá with the rest of the country, and creating new ways to connect the city. Although the grid is to maintain between streets (east-west) and careers (north-south) in the road network forms a characteristic horseshoe shape due to the steps that connect the city with the north, south and west. Due to massive migration to the capital, the need for housing became imperious and the city itself began to grow towards the peripheries until reaching its water limits, which consequently suffered deformations due to different factors. These water sources have been affected by the pollution of their waters, which since the conception of the city have been used as aqueducts, or have been channeled or in many cases dried and refilled for a new use of land. Leading to the loss of gradual areas, some until reaching its partial or total drying. Throughout Bogotá's history, several examples of potrerization of rivers, streams, wetlands, basins or lakes have been presented for the construction of neighborhoods or roads connecting these same. The most recent case is the Longitudinal Avenue of the West (ALO) that will connect in a direct line all the west of Bogotá that in recent decades has developed to the point of bordering the Bogotá River, this with the purpose of shortening time and improve the mobility of the city and become a highway for the capital; this will be taken from the municipality of Soacha (south-west) through the rabbit hutch and the rural area of Bogotá (north-west) to reach the municipality of Chia (north-east). This avenue promises to improve the times of the traveler and provide the city with public space in exchange for sacrificing part of the area of three wetlands that are the chaplaincy wetland, the yellow Juan wetland and the rabbit-hole wetland that still make up the environmental structure. Starting from the premise that the layout of the western longitudinal avenue already exists as a void within the urban grid in the west of Bogotá, a fast track with four fast lanes and a secondary one with two slow lanes integrated to the fast track and the urban layout, an underground subway line is also proposed where we have two intersections with two main trunk lines, such as the AV. 80 and Dorado as a multimodal station, integrating with the Transmilenio trunks, and some type stations distributed along the route of the ALO. Some edges were developed along the route, according to the typology of the sector where we find horizontal housing and height, equipment and industry. The development of the ALO Avenue is given in the most uninterrupted way possible through depressed, elevated roundabouts and level vambios. As the project was developed, three specific points were identified where the wetlands are located, and for the development of the road and the minor intervention in the wetlands, bridges were developed according to the structural specifications required by the free distance that It needs every wetland.spaUrbano ambientalTrazado vialEl trazo de la Av. Alo (Avenida Longitudinal del Occidente en la ciudad de BogotáUrbanismoPlanificación regionalDesarrollo urbano sostenible