Durante la época en que se expidió la actual Constitución, quien escribe era un líder político en ejercicio, que como aliado del interés nacional y de los más necesitados, estaba obligado a divulgar la verdad de lo sucedido en el proceso que originó la Carta Política, así como sobre las falencias que ella contiene. Los moldes del nuevo Estatuto no estaban suficientemente secos, cuando, en correspondencia con dicho compromiso, realicé en 1992, un debate en el Senado en ejercicio del control político inherente a esa unidad legislativa. Hice entonces, una enfática advertencia sobre las equivocaciones en que se incurrió al expedir la Constitución. Esta obra, en su primer capítulo hace una síntesis de los aspectos tratados en ese debate, destacando el contenido y alcance de los desaciertos y subrayando también sus aspectos positivos, los cuales deben ser conservados con riguroso celo, pues consagran conquistas políticas y sociales